El skimmer de superficie acoplado en la pipa de salida nos permite eliminar el biofilm, con la ventaja añadida de que evitamos que ningún pez o invertebrado acabe dentro del filtro (si alguno entrase, volvería de forma inmediata al acuario).
Al ser opacas, las pipas tardan más en ensuciarse y, además, disimulan las manchas del interior. Eso sí, aunque más espaciado en el tiempo, no debemos olvidar que hay que realizarles un mantenimiento apropiado.
Son mucho más resistentes a roturas y arañazos que las de cristal, y no se oxidan con el tiempo.