Aunque un pequeño bulbo parece poca cosa, pronto esta planta empezará a sacar hojas rojas, alargadas y ligeramente onduladas hasta llegar a 30 cm o incluso algo más.
Una planta que no ha sido fácil de conseguir hasta hace poco tiempo, cuando los principales cultivadores empezaron a reproducirlas con fines comerciales.
Se recomiendan los sustratos nutritivos, Amazonia por ejemplo, y el uso de CO2 facilita muchísimo su mantenimiento, si bien no es imprescindible. El agua ácida suele sentar mejor que las aguas alcalinas a esta planta.