Se trata de un rizoma sumergido del que parten las hojas hasta la superficie, donde la planta florecerá unas preciosas y perfumadas flores.
Preferiblemente para estanques con menos de unos 80 cm de profundidad, para asegurar la penetración de la luz.
Un toque especial para cualquier estanque y válida para algunos acuarios, sin grandes necesidades. Debemos eliminar las hojas que se estropeen como mantenimiento rutinario.