Al ser opacas, las pipas metálicas tardan más en ensuciarse y disimulan las manchas del interior; aun así, es importante realizarles un mantenimiento apropiado.
Son mucho más resistentes a roturas y arañazos que las de cristal. No se oxidan con el tiempo.
La altura de ambas pipas en el lado en el que se colocan las mangueras es de 25 centímetros.