Se trata de un rizoma sumergido del que parten las hojas, las cuales flotan en la superficie del agua, lugar donde la planta florecerá.
Las hojas miden unos 8-12 centímetros y no debe plantarse a más de 60 centímetros de profundidad, preferiblemente en sustrato, para un correcto desarrollo.
Un toque especial para cualquier estanque y válida para algunos acuarios, sin grandes necesidades ni dificultades. Debemos eliminar las hojas que se estropeen como mantenimiento rutinario.