El exceso de fosfato, que normalmente aparece en los acuarios a través de la alimentación, puede favorecer el crecimiento de algas.
Es cierto que las plantas necesitan fosfato para su crecimiento, pero en cantidades relativamente bajas (0,05 mg/l), así que si eliminamos el exceso, reduciremos las algas y mejoraremos la salud de las plantas y del acuario en general.