El carbón activo es uno de los materiales filtrantes químicos más utilizados para decolorar el agua, retener olores y sustancias tóxicas, y, sobre todo, eliminar restos de medicamentos.
El formato esponja mejora la efectividad del carbón y nos permite utilizarlo, además, como prefiltro mecánico.
No recomendamos dejarlo puesto mucho tiempo, ya que no solo pierde efectividad (el tiempo de vida útil de la filtración química ronda las 4 semanas, aunque siga reteniendo partículas), sino que podría desprender parte de lo retenido, volviendo esas sustancias tóxicas al flujo de agua.