Además el nuevo diseño lleva un pequeño contador de burbujas integrado, por lo que hace mucho más fácil de controlar la cantidad de CO2 que añadimos al acuario. No es sólo una nueva estética sino que consigue una burbuja más fina para una mejor disolución del CO2.
También incluye una válvula antiretorno, para asegurar que no hay un regreso del agua por el tubo del CO2.
Se sujeta perfectamente al cristal con su ventosa en el lateral del difusor. La manguera de CO2 queda fijada con una rosca de seguridad.
Se recomienda su uso hasta acuarios de unos 400 litros.