Crypto de hojas especialmente atractivas gracias al contraste que logramos con su color rojizo. Una planta preciosa, duradera y sencilla si se dan unas condiciones mínimas en el acuario.
La temperatura debe estar entre los 20 a 28 grados para favorecer el crecimiento.
Es una planta perfecta para zonas sombrías. Si no hay mucha luz ni nutrientes, las hojas serán de mayor tamaño, de un color marrón verdoso. Por el contrario, si la situamos en una zona más iluminada, añadimos CO2 y está bien abonada, la planta contará con hojas más pequeñas y de un tono marrón rojizo.
El pH entre 6 a 8, siempre con tolerancia amplia, especialmente si el sustrato en el que se planta está enriquecido, ya que esta planta se alimenta mucho a través de las raíces. Será muy recomendable usar abono en pastillas o sticks para enterrar alrededor de la misma.
Será una planta para toda la vida si se cuida, puesto que una vez se ha adaptado su crecimiento, aunque lento, es continuo.