Recipiente de cristal para construir un jardín en miniatura. La tapa cuenta con dos posiciones: una en la que se generan 64 orificios de ventilación y otra que sella completamente el tarro (a excepción del orificio central de riego).
Una forma fácil y estética de tener un miniterrario. Una mezcla entre arte, naturaleza y juego con el que mantener plantas con necesidades altas de humedad será sencillo.
Se riega directamente echando agua sobre la tapa, que irá dejando pasar el agua gota a gota al interior, previamente húmedo. Es preferible que el agua sea de ósmosis para que no deje residuos de cal.
El recipiente es de cristal de alta calidad para lograr la máxima transparencia. La tapa está fabricada con acrílico para mejorar su versatilidad con los orificios de ventilación, pero sin renunciar a la calidad.